En verano, durante el periodo de vacaciones, los niños pasan mucho tiempo al aire libre. Para que esto no se convierta en un problema, y puedan disfrutar, debemos seguir algunas recomendaciones.
Hay que evitar la exposición directa al sol en niños menores de 3 años, por lo que debemos protegerlos utilizando gorros, ropa adecuada, gafas de sol y crema protectora solar.
Lo mejor es usar prendas de algodón, que permiten la transpiración, y eviten la aparición de sudaminas e infecciones por hongos.
La crema de protección solar debe ser de un Factor de Protección Solar alto, preferiblemente de 50+, y siempre mayor de 30+, y resistente al agua. Debemos aplicarla unos 20 o 30 minutos antes de la exposición al sol, y repetir su aplicación cada cierto tiempo (cada dos horas como mucho).
No es aconsejable usar crema protectora solar en niños menores de 6 meses, salvo que nos sea imposible protegerlos con la ropa,gorros, capotas, sombrillas,…Entonces deberemos usarlos en muy pequeña cantidad.
Es necesario evitar estar al sol en las horas centrales del día (de 12h a 17h), en las que los rayos del sol son más dañinos para nuestra piel.
Es importante vigilar el nivel de hidratación, y compensar la pérdida de líquidos por la sudoración. Para reponerlos, hay que aportarlos abundantemente. El AGUA es insustituible. También podemos darles batidos caseros, zumos de frutas naturales, helados (muy nutritivos y apetecibles)… Podemos aprovechar la gran variedad de frutas y verduras frescas que nos ofrece el verano.
