El pollo Pepe es un cuento recomendado para peques de un año, ideal para adentrar a éstos en el mundo de la lectura, pues les fascinan sus desplegables y es fácil capar su atención, siendo éste el valor fundamental del cuento.
Gracias a nuestro amigo Pepe nos adentramos, además, a adquirir varios conceptos como son el color amarillo, las partes del cuerpo, la familia y grande-pequeño.
¿POR QUÉ ESTE CUENTO?
El pollo Pepe es un material con el que se trabaja el inicio de la lectura de los más pequeños de la casa, con él comienzan a interesarse por los libros y su enorme valor. Pienso que es sin duda uno de los mejores libros para trabajarlo en el primer trimestre, pues reúne muchas de las cosas que a los niños les encanta, como es la sencillez, la interacción con el personaje y una historia súper divertida. Y gracias a estas características, este cuento ayuda mucho a la pronta adaptación a la escuela.
PROPUESTA DE AULA
Desde el primer día de clase estamos leyendo nuestro cuento una y otra vez, presentamos a la mascota (nuestro pollo amarillo), e hicimos juegos de presentación, en el que cogíamos uno a uno a Pepe para ir conociéndolo. ¡Es todo un éxito! Es entrar por la puerta y todos gritan ¡Pepe! y no paran de pedirme tanto el libro como la mascota.
Una vez que todos han hecho suyo el cuento, procedemos a cantar la canción del pollo Pepe después de cada lectura ¡Les vuelve locos!
Hice una casa de cartón en la que Pepe duerme todos los días cuando nos vamos del cole, y comencé a introducirles el concepto dentro y fuera, ¡Lo entendieron genial! Aproveché para imprimir pollos grandes y pequeños (siempre plastificados, pues si no os durarán solo un día), para que fueran diferenciando tanto el tamaño como la situación de estos, jugando con la casita.
Con él también introducimos el color amarillo, haciendo millones de actividades con él, una de ellas fue hacer diferentes caminos en el suelo de distintos colores, pero sólo uno era el correcto para llegar a conseguir a nuestro amigo, haciendo un motivador cuento motor ¿Sabéis que color era?
Aprovechamos que el libro nos muestra algunas partes del cuerpo de Pepe, para aprender nosotros las nuestras. Pedimos una fotos a las familias de cuerpo entero, y a parte de reconocerse a sí mismo y a los demás, jugábamos a señalar uno a uno, una parte del cuerpo en la foto y todos seguidamente nos la teníamos que tocar.
De solo unas cuantas páginas de un libro se pueden sacar millones de recursos para trabajar tanto en un aula, como en casa, con las que aprenden jugando, y el pollo Pepe es uno de ellos.
¿Os ha gustado?
