El ingreso en la escuela infantil supone un cambio muy importante para los más pequeños de la casa. Unas veces porque es la primera vez que se separan de su familia para pasar la mañana o la tarde en un espacio totalmente desconocido, con adultos desconocidos y con otros niños y niñas. En estos casos la separación puede resultar especialmente dolorosa tanto para los peques como para los progenitores que pueden vivirlo como un abandono de su bebé y preocuparse en exceso por si estará bien atendido. Otras veces el niño o la niña no es la primera vez que asiste a una escuela infantil sino que la adaptación se produce tras el verano y el cambio de hábitos que este conlleva y tanto niños y niñas como adultos tienen que familiarizarse y adaptarse de nuevo a la rutina escolar.
En ambos casos los pequeños tienen que asimilar los cambios y para ello se considera de gran relevancia un Período de Adaptación que no es más que “el proceso mediante el cual el niño va elaborando desde el punto de vista de los sentimientos, la pérdida y la ganancia que le supone la separación, hasta llegar voluntariamente a una aceptación interna de la misma”. Por tanto, cada niño necesitará un tiempo concreto, SU TIEMPO.
Durante este período no hay que preocuparse demasiado si aparecen cambios en sus conductas relacionadas con el sueño, la alimentación, el llanto, etc., ya que suelen desaparecer una vez que se han adaptado a esta nueva situación.
Para facilitar este proceso es importante que la familia transmita seguridad y confianza ante la incorporación al Centro; en buena medida, los pequeños vivirán esta nueva situación en función de cómo la vivamos los adultos. Igualmente, mostrar satisfacción y alegría al llevarles y recogerles ayudará a evitar las posibles tensiones que pudieran aparecer en estos momentos. Otras medidas que ayudan son la incorporación progresiva, así es bueno comenzar con quince minutos o media hora e ir aumentando el tiempo paulatinamente, no introducir cambios añadidos (cambio de habitación, retirada del chupete…) o permitirle llevar su juguete favorito. También es recomendable que días antes de llevarle a la guardería empecemos a crearle las mismas rutinas de horarios para que no noten tanto el cambio.
Igualmente importante es respetar las normas del Centro en cuanto a horarios y asistencia regular y continuada y seguir las recomendaciones que nos den las profesoras. Es importante tener presente siempre que la opinión, consejos y orientaciones de las profesionales de la educación deben tener un peso muy relevante y no pueden equipararse a la opinión de amigos y familiares.
Y por último, recordar a los adultos que no hay que angustiarse si al recoger al pequeño llora en exceso o por el contrario muestra indiferencia, son reacciones normales que poco a poco dejaran de aparecer; y recalcar que la escuela cumple una función muy importante en el desarrollo global y la educación de los niños y niñas pero, en ningún caso, puede suplir a la familia, ni a las obligaciones de ésta para con sus hijos.
