Los beneficios que tiene el primer ciclo de Educación Infantil según diferentes profesionales.

Blog Smile - Educación Infantil

¡Queriadas familias!

Soy Aida Troya, directora de la Escuela Infantil Smile.

Mi relación con las escuelas infantiles comienza en mi niñez, ya que mi familia se dedica a este sector desde siempre.

El mes de Marzo nos trae la primavera y el periodo de escolarización. Este tiempo es de incertidumbre para las familias que acceden por primera vez al cole de mayores. Atendiendo en la escuela a diferentes dudas y cuestiones sobre cómo gestionar el cambio de la escuela al cole, surge este post.

Desde Smile tranquilizamos mucho a las familias, ya que nuestro alumnado está preparado para afrontar el cambio con la mejor de sus sonrisas.

Pero… ¿Qué piensan los distintos profesionales que nos rodean? En tan solo una llamada todos han colaborado con su opinión sin dudarlo. A continuación os lo mostramos.

 

Daniel Ruiz. Psicólogo.  

«La escuela infantil, en el contexto socioeconómico actual, resulta muy beneficiosa para el desarrollo cognitivo y conductual de nuestros hijos, al disponer de un entorno estimulante que en un ambiente familiar puede no llegar a encontrarse. Igualmente, cuentan con la posibilidad de interacción con otros niños de edades similares, lo que favorece su sociabilidad a edades tempranas. Por ello, y por estar gestionadas por profesionales especializados en la educación infantil, los papás debemos plantearnos seriamente optar por esta modalidad de educación para nuestros peques»

 

Vanessa Moreno. Psicopedagoga y Maestra de Educación Infantil.

«ESCUELA INFANTIL… SÍ O NO?

Esta es la pregunta más frecuente que ronda entre los padres cuando sus hijos son tan pequeños.

Normalmente invade la duda, la inseguridad, el miedo y hasta a veces la culpa, pero nada más lejos de la realidad. La escuela infantil ofrece al niño muchas ventajas y estrategias que benefician e impulsan su desarrollo integral.

Está más que demostrado que el niño aprende por su relación con el medio que lo rodea, ésto es lo que le lleva al aprendizaje, no sólo cognitivo, si no también motor, afectivo y social.

Allí encontrarán otros niños y será el comienzo de sus relaciones sociales, además, se crearán los primeros lazos afectivos fuera del ámbito familiar. La interacción con sus iguales les ayudará en la adquisición de modelos de conducta, a regular su comportamiento y a autocontrolarse. Aprenderá normas y habítos básicos importante en estos años. Aprenderá valores como: la tolerancia, el respeto y la amistad. Trabajará el reconocimiento, la gestión y la expresión de las emociones que favorecerán su autoestima.

En la escuela infantil, el niño encuentra lugares y momentos para correr, saltar, arrastrarse… así como otras actividades relacionadas con destrezas y habilidades manuales, todo ello juega un papel muy importante en su desarrollo motor.

Imprescindible para los pequeños de estas edades, es la manipulación y la experimentación con todo lo que le rodea. El centro infantil ofrece un espacio para ello diferente al de su casa. De esta manera los niños amplían su conocimiento del mundo, favoreciendo su desarrollo cognitivo y la adquisición de un lenguaje más rico y complejo.

Así pues, la escuela infantil se convierte para ellos en una segunda casa, en la que se sientes seguros, tranquilos y confiados. Un espacio que les ayuda a ser más independientes y a dar pasos en su autonomía. Un lugar en el que se divierten y aprenden a través del juego y se sienten parte de un grupo, en el que todos son importantes.

Por todo ello, ESCUELA INFANTIL… SÍ O NO? Indudablemente mi respuesta sería »

 

María Sánchez . Especialista en pediatría y sus áreas especificas.

«Si preguntáis a vuestro pediatra si deberíais llevar a vuestro hijo a una escuela infantil probablemente os encontréis respuestas variadas. Es posible que la más repetida sea que el niño menor de 3 años no necesita escolarizarse si no que lo que necesita es estar con sus padres. Y sí, lo ideal sería poder pasar con nuestros hijos sus primeros años de vida. Pero, por desgracia, esto en nuestro país no es posible salvo que la madre o el padre renuncie a toda o parte de su actividad profesional.

Los niños pequeños no “necesitan” relacionarse con sus iguales antes de los dos años de vida, no tienen interés. Su interés está en sus personas de referencia: mamá, papá, los abuelos… Por otro lado, todos sabemos que en las guarderías los niños enferman más veces que cuando no acuden a ellas. Es inevitable y eso pasa siempre que haya muchos niños compartiendo un mismo espacio: guardería, parques infantiles, colegio… Comparten espacio, comparten juegos, comparten virus. ¿Son estos motivos para llevarles o no a una escuela infantil? Pues depende.

Si hablamos de las ventajas de la escolarización, sin profundizar demasiado, sí que creo que un niño que acude a una escuela infantil se beneficia en su desarrollo psicomotor y conductual. En ellas se facilita y estimula el lenguaje, se favorece la autonomía y las habilidades sociales. Aprenden normas de comportamiento y a convivir con sus iguales, lo que les ayuda a adaptarse a situaciones nuevas y a mejorar la tolerancia a la frustración. Además, pueden detectarse precozmente problemas neurológicos, sensoriales o del desarrollo psicomotor que podrían pasar desapercibidos más tiempo.

Con la realidad laboral que tenemos y dada la gran variabilidad de familias (cada una con su forma de ver la maternidad, su manera de pensar, con sus apoyos familiares o económicos, con sus aspiraciones laborales…) lo cierto es que los pediatras, tanto en este como en otros temas relacionados con la crianza (alimentación, sueño…), deberíamos limitarnos a informar de aquello que sabemos y acompañar a las familias en sus decisiones, sin juzgar, siempre velando por el bien del menor, claro está.

Dejando a un lado la profesión, como mamá intenté que mis hijos estuvieran en casa durante el primer año de vida, alargando la baja maternal y recurriendo a los benditos apoyos familiares. Escolaricé a los dos en torno al año y medio de edad. Son niño y niña, la noche y el día, totalmente diferentes en su ritmo de adquisición de las distintas habilidades y en su desarrollo emocional. Los dos se beneficiaron enormemente de su paso por la escuela infantil: él, en las relaciones con los demás, la expresión y el reconocimiento de las emociones, la independencia de sus figuras de apego; ella, en el desarrollo del lenguaje, la autonomía… Ambos, en la adquisición de conocimientos, la psicomotricidad, el aprendizaje y la interiorización de normas sociales…

Al igual que hay niños… y niños, familias… y familias, pediatras… y pediatras… hay escuelas infantiles… y escuelas infantiles. Yo solo puedo agradecer a la mía la profesionalidad y el cariño con el que han tratado a mis hijos y todo lo que han sembrado en ellos y les acompañará siempre. En estos años han pasado a formar parte de nuestra familia. Gracias, de corazón»

 

Sonia Esquinas. Psicóloga sanitaria, experta en Sueño Infantil.

«Beneficios de asistir a una escuela infantil

Los niños de 0-3 años tienen la ventaja de que están en las cotas máximas de conexiones neuronales. Este factor les facilita el aprendizaje, por lo que una enseñanza basada en experiencias to granadas les ayudará a desarrollarse cognitavamente. Por otro lado, las habilidades sociales con sus iguales también se desarrollan,  al igual que la motricidad gruesa y fina.

La atención se va trabajando y la capacidad reflexiva. En general, todas la áreas que están en evolución en esas edades son trabajadas para llegar a su máximo potencial»

 

Nazaret Elena Cano. Fisioterapeuta y Experta en Atención Temprana.

«En los primeros tres años de vida la plasticidad neural es máxima, por lo que la capacidad de aprendizaje también lo es, especialmente a nivel sensorio-motriz.

La psicomotricidad es una  buena forma de estimular el desarrollo global en esta primera etapa educativa. Así pues, una adecuada estimulación sensorio-motora, conllevará un mejor aprendizaje en las otras áreas de desarrollo»

 

Luis Aretio. Psicólogo Infantil y Orientador Familiar.

«Los beneficios de asistir a una escuela (0-3)

La vida de un bebe es tan compleja como la de un adulto, y salvo que no tienen todavía herramientas para expresarse, sus necesidades de aprendizaje, de interacción con nuevos estímulos, de contacto social y afectivo con los demás, es determinante en esta etapa de la vida. No se asiste a una escuela infantil sólo a aprender desde el concepto más formal, sino a establecer nuevas figuras de apego, a desarrollar capacidades en grupo, a ver que la realidad es mucho más que la relación confortable entre una madre y su bebé. Las escuelas infantiles aportan experiencias únicas regladas y sobre todo una figura insustituible y casi mágica: la nueva relación afectiva con las “seños de infantil”, personas con una vocación y una entrega difícil de volver a encontrar»

 

María Ángeles Troya. Pedagoga, Logopeda y Especialista en Atención Temprana.

«Partiendo de la base de que el primer ciclo de educación infantil no es obligatorio y que son las propias familias las que deciden la escolarización de sus hijos/as es totalmente valida cualquier opinión en este sentido.

Ahora si es cierto, que por mi trayectoria profesional y por tantos años de trabajo en este ciclo, primero como docente y actualmente como responsable de un gabinete psicopedagógico, puedo asegurar que puede ser fundamental en el desarrollo evolutivo de un niño/a, la escolarización es estos primeros años de vida. Elegir un buen centro es el primer paso que hay que dar. La metodología, el proyecto de centro y la formación del profesorado, será lo fundamental para poder atender a las necesidades de cada alumno/a.

Por suerte, cada vez son más las escuelas que tienen como prioridad los programas de atención temprana y la formación de sus docentes en este ámbito.

Esto permite que desde los primeros meses de vida que se escolarizan, reciban la estimulación necesaria en todas las áreas del desarrollo y la detención precoz de algún trastorno o retraso madurativo.

Este trabajo tan especifico de estimulación individual unido a la oportunidad que se le da a los niños/as de aprender mediante el juego, de relacionarse con otros niños/as, de cumplir sus primeras normas sociales en el comedor, asamblea y rutinas diarias de clase, hace que este ciclo se convierta en un espacio de convivencia y aprendizaje básico en los primeros años de vida permitiendo conciliar la vida laboral y familiar.

La comunicación constante entre familia y escuela y por supuesto, la confianza depositada en su personal, será lo más importante para que esta etapa sea en un espacio privilegiado de experiencias positivas y acompañamiento tanto para el alumnado como para su familia»

 

Marisa Pérez , Maestra de Educación Infantil.

«Soy maestra del segundo ciclo de Educación Infantil desde hace 19 años, y en todos estos años he detectado que el alumnado que previamente ha estado escolarizado en una escuela infantil presenta una serie de ventajas como por ejemplo:

– Mayor grado de autonomía en la realización de las actividades cotidianas que se llevan a cabo durante la jornada escolar.

– La adaptación al nuevo centro suele ser más fácil, por lo general se adaptan más rápido.

– La relación con los iguales, están acostumbrados a estar con más niños y niñas, algo muy positivo para su desarrollo integral.

– La estimulación que supone estar con más niños y niñas, por norma general, es difícil de suplir exclusivamente con el contexto familiar.

En definitiva, creo que es positivo que un niño/a acuda al centro infantil o guardería, sobre todo el año previo a ser escolarizado en el segundo ciclo de Educación Infantil»

 

Salud Cansino. Pedagoga y Maestra de Educación Infantil.

¡Familias Smile! Ahora me toca a mí compartir con vosotros/as lo que significa la educación infantil para una docente de este ciclo, el primero, y como su propia palabra nos indica, el primer contacto que tienen los peques con la educación, es esa base tan importante en la vida de cada persona, en la que se desarrollan infinidades de aspectos que se convertirán en lo que somos todos/as hoy.

Comenzar a tan temprana edad en la escuela, no sólo los beneficia, como todos/as nuestros/as especialistas nos han comentado anteriormente; en lo cognitivo, en su motricidad, en su sociabilización…, sino que existe algo no escrito, algo que está dentro de cada proyecto educativo pero está oculto, no se lee, ni se estudia, es algo innato, que perdura por siempre, que no se puede explicar y que por supuesto alguien que no está dentro de un aula de infantil jamás podrá ni ver ni sentir, y yo, la seño Salu, a través de mis palabras, os voy a intentar contar.

Todo empieza ese primer día de septiembre, esos nervios de conocer a tus nuevos peques y que tus peques te conozcan a ti, no duermes pensando en sus reacciones y sólo sabes pensar que puedes hacer para que sea lo más llevadero posible ese primer día en la escuela. Aunque he de decir que ese día te faltan abrazos y besos para todos esos ojos llorosos que sólo reclaman tu atención.

Pero todo va cambiando, y esos ojos que antes se inundaban de lagrimas, se van llenando de emoción al verte cuando comienzan a cruzar esa puerta que lo separan de sus máximas figuras de apego, su familia, y comienzas a ser tú esa tan importante persona en sus cortas vidas.

Y comienza esa relación increíble que solo ellos y las seños saben, esas miradas, esos gestos, esos “Te quiero seño”, que os puedo prometer, no tienen precio. Que te echen los brazos en la puerta, que te vean y corran hacia a ti para darte ese primer beso y abrazo de cada mañana, o que algún papi o mami te diga que te nombra en casa.

Sus primeros pasos, sus primeras palabras, sus sonrisas, ver cómo crecen, cómo aprenden, cómo cantan tus canciones, y hasta cómo hacen y dicen expresiones tuyas. Todas estas pequeñas grandes cosas son las que hacen, sin desvalorar cualquier otra, que sea la mejor profesión del mundo. En una escuela nunca hay días tristes. Jamás. Los peques comienzan a entender las emociones, tanto las suyas como las de los demás, a una edad temprana, y como cualquier persona del mundo, tienes días buenos y otros no tanto, pues ellos/as lo notan, y creedme que tienen una especial capacidad de hacerte sonreír cuando solo tienes ganas de llorar.

Y cuando todo está en la cúspide de una relación tan increíble, tienes que despedirte de cada uno/a de ellos/as para que puedan seguir su camino en su etapa educativa, entrando en el cole de “los mayores”, ese momento que tanto miedo da, pero que os aseguro afrontan de la mejor manera, ya que salen más que preparados para ello. Y somos las seños de infantil las encargadas de ello.

Pero por supuesto no es un adiós, es un hasta luego, ya que un adiós es cuando olvidas, y una seño siempre recuerda y siempre tiene presente a cada peque que ha pasado por su aula, y por supuesto a la inversa y sus familias, ya que no solo les abres tu corazón mostrando cada parte de ti, sino que ellos/as te lo abren a ti cada día que pasan contigo.

Y por último, y no por ello menos importante, tengo la necesidad de decir que todo esto es gracias a las familias que confían en la escuela y en las profesionales que en ella se encuentran. Cómo valoran tu trabajo, y cómo agradecen el trabajo que haces día a día con lo más preciado de sus casas. No hay nada que sea más reconfortante que una familia esté orgullosa de la evolución de su hijo/a y que te haga a ti participe de ello. Y como no es lo mismo que os lo cuente yo a que lo cuente una familia de verdad, os dejo dos comentarios que afortunadamente me dedicaron dos de mis familias a las que, como no, llevo en mi corazón. Desde aquí os mando un beso tan grande, que lo podáis repartir cada día del resto de vuestras vidas. Os adoro.

“Querida seño Salu, siempre guardaremos en nuestra memoria ese momento tan mágico entrando en la clase de Dora para presentar junto a ella lo más significativo de su vida. Y gran parte de la felicidad de su vida, a sus 3 añitos, se la debe también a ti. A tu profesionalidad, al amor que le pones a tus clases, al cariño que le transmites y a los valores que le has inculcado. Gracias (si es que 7 letras pueden resumir nuestro sentir hacia ti) por este maravilloso proyecto, gracias por tu sonrisa perenne, gracias por tu vitalidad y gracias por haber cuidado y querido a lo más preciado que tenemos. Siempre te llevaremos en el corazón, siempre recordaremos esta etapa de la vida de Dora y siempre, siempre la Seño Salu formará parte de nosotros, porque ese lugar te lo has ganado en estos años y porque para Dora siempre serás su seño del alma ¡Te queremos!” Alberto e Inés, papi y mami de Dora.

“¡Una experiencia preciosa! Gracias por dejarnos entrar y compartir su pequeño mundo con ellos, tus niños.  Me sorprendió su atención, el interés que mostraban por todo y el entusiasmo que reflejaban sus caras. Me lo pasé en grande. Una actividad realmente bonita. ¡Enhorabuena por el gran grupo que has formado! Pablo tiene mucha suerte de tenerte en su vida ¡Te adora! Y nosotros también. Eres una gran profesional, siempre alegre y con una sonrisa. Te gusta tu trabajo y eso se nota. ¡Mil gracias otra vez!” Miguel y Jane, papi y mami de Pablo.

Sin más me despido dando las gracias a mi profesión, a todos/as mis niños/as desde que comencé a trabajar en 2010, a sus familias y por supuesto a Smile por darme la oportunidad de ser yo cada día que paso dentro de ella.

 

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