Fisioterapia y cólico del lactante por nuestro equipo transdisciplinar.

Blog Smile - Educación Infantil

Las primeras semanas del bebé son complicadas y la mayoría de las veces no es fácil identificar el significado de su llanto y de sus estados de agitación. Puede tener hambre, sueño, calor, estar enfermo o simplemente sentir la necesidad de tener a mamá o a papá cerca.

Esta dificultad para discernir por qué llora nuestro bebé hace que algunas veces se diagnostique de forma incorrecta el cólico del lactante. No todos los bebés menores de tres meses que lloran mucho por las tardes y las noches presentan un cuadro de este tipo, y es importante saber identificarlo para tratarlo de forma correcta.

Además, la fisioterapia puede mejorar y aliviar la sintomatología del cólico del lactante de una forma muy importante.

¿Qué es el cólico del lactante?

La Asociación Española de Pediatría (AEP) lo define como un “síndrome caracterizado por un grupo de conductas en relación con una alteración gastrointestinal, que genera una serie de molestias y que el niño expresa con el llanto”.

Para identificar correctamente este síndrome, se debe cumplir la denominada regla de los “treses”: un episodio de llanto brusco, vigoroso e intenso como mínimo tres horas al día, más de tres días a la semana y durante al menos tres semanas en un lactante sano y bien alimentado.

Frecuentemente, estos episodios de llanto inconsolable son vespertinos e incluso nocturnos, y se mantienen entre las dos semanas y los cuatro meses de edad aproximadamente.

El llanto del bebé se acompaña de agitación e irritabilidad; la expresión de su cara es de dolor; el abdomen se endurece y mantiene los puños cerrados y encoge violentamente las extremidades inferiores sobre el abdomen.

Además, pueden aparecer otros síntomas o signos relacionados con el aparato digestivo, como estreñimiento, gases o regurgitaciones.

¿Cuáles son sus causas?

La etiología del cólico del lactante no está claramente definida, aunque sí hay una serie de factores que parecen determinar su aparición.

Entre ellos, destaca la inmadurez del sistema digestivo del lactante, que puede favorecer la aparición de contracciones convulsivas del intestino que generan dolor y la aparición de ese llanto episódico del bebé.

Otros factores que pueden relacionarse con el cólico del lactante son una intolerancia a la lactosa, alergia a la proteína de la leche, la sobrealimentación del bebé, la alternancia leche materna/biberón o un mal agarre del pecho en el momento de la lactancia.

También cuando los padres están ansiosos o reaccionan de forma exagerada a los cambios del bebé, se puede producir una situación de estrés e hiperestimulación hacia él que puede originar la aparición del cuadro de cólico. Esto podría explicar que, de forma general, los primogénitos sufran más este diagnóstico que sus hermanos menores, ya que el primer hijo siempre desencadena una situación más estresante y complicada en la vida diaria familiar.

¿Qué podemos hacer para aliviar a nuestro bebé?

La primera recomendación a los papás es acudir y consultar al pediatra para descartar otra serie de patologías que pudieran presentar signos y síntomas similares al cólico del lactante.

Cuando estemos seguros del diagnóstico, existen una serie de hábitos y pautas que pueden ayudar a disminuir el sufrimiento del bebé que presenta cólico. Entre ellos:

-Corregir malos hábitos en la lactancia: mejorar la postura, buscar un correcto agarre del pecho o no cambiar continuamente las tetinas del biberón.

-Realizar pequeños cambios en la dieta materna si se sospecha una intolerancia a la lactosa o una alergia a la proteína de la vaca, eliminando los lácteos de esa dieta.

-Disminuir las situaciones de estrés paterno, buscando una relación padre/madre/bebé lo más normalizada y equilibrada posible. Elegir el porteo con una mochila pegada al pecho es una forma reconfortante de transporte para el bebé y favorece enormemente el vínculo físico y emocional paterno-filial.

-Intentar favorecer unos ritmos de sueño y de comidas para el lactante, sin ser estrictos, pero manteniendo unas rutinas.

Cómo ayuda la fisioterapia a aliviar el cólico del lactante

Además de todas las pautas y recomendaciones citadas, la fisioterapia y la osteopatía pueden mejorar y aliviar la sintomatología del cólico del lactante de una forma muy importante.

La fisioterapia interviene a través de una serie de técnicas de osteopatía craneal y visceral concretas, y también de masaje sobre el abdomen del bebé. Estas técnicas son suaves e indoloras, y actúan sobre el sistema nervioso, endocrino e inmunitario, disminuyendo el dolor, el estrés y favoreciendo la expulsión de gases y eliminación del estreñimiento.

El fisioterapeuta especializado, además, puede enseñar algunas de estas técnicas de masaje a los padres para poder utilizarlas en casa en el momento de las crisis cólicas o para introducirlas en la rutina diaria tras el baño, por ejemplo.

Combinando la fisioterapia y las pautas anteriores, los resultados favorables pueden aparecer muy pronto, mejorando la calidad de vida del bebé que presenta crisis de cólico.

Entradas Relacionadas

Contacta con nosotros

Estaremos encantad@s de atenderte ;)