Las rabietas por Alba Ojeda

Blog Smile - Educación Infantil

Este tema es natural y habitual en los niños. La rabieta es una respuesta adaptativa para comunicar la frustración que todavía no es capaz de controlar y que siente de forma tan intensa. Tampoco tiene el lenguaje tan desarrollado como para expresar lo que siente, por eso su forma de expresarlo es así, mediante la rabieta. El creciente sentimiento de independencia también puede ser un factor que desencadene esta respuesta, debido a que quieren hacer las cosas a su forma y no como se les pide.

Los objetivos en la gran mayoría de las rabietas que se producen son: llamar la atención, conseguir algo que no se le ha querido dar o evitar responsabilidades.

Los adultos y, en concreto, las figuras de apego son un modelo de conducta a seguir para nuestros pequeños, es por ello por lo que tienen que ver en nosotros que hablar las cosas con tranquilidad trae muchas más consecuencias positivas que montar en cólera. Por eso, cuantas menos escenas de cabreo y rabia vean en nosotros, más ayudará a su forma de enfrentar las situaciones desencadenantes de las rabietas.

Aunque sean comunes a la edad que atraviesan vuestros hijos, esto no quiere decir que no haya una manera de intentar evitarlas. Aquí van 3 pasos muy sencillos que nos ayudarán a ahorrarnos alguna que otra rabieta.

-Conocéis e vuestros hijos y sabéis que situaciones son más propensas a que esto ocurra, por ello es interesante que nos anticipemos a la situación desencadenante y si hace falta que demos un rodeo con el objetivo de no llegar a la temida rabieta.

– DESVÍA LA ATENCIÓN. Cuando ya empecemos a notar signos de alarma (lloriqueos, orejas rojas, puños cerrados, movilidad excesiva…) es muy eficaz intentar distraer al niño y que focalice su atención en otro punto diferente que le haga olvidar que estaba a punto de estallar.

-Cuando ya no nos podemos librar de la rabieta y la tenemos delante, lo mejor es ignorar, NO RAZONES, no sirve de nada en ese momento. Ignora la actitud, pero vigila que no se pueda hacerse daño ni hacer daño a los demás. Cuando se la pase será el momento de hablar y razonar.

-Ofrécele CONDUCTAS ALTERNATIVAS a la hora de conseguir algo.

-FIRMEZA en las actitudes que tomemos los adultos. No ceder nunca, si nos mostramos con diferente actitud según el día, costará mucho más controlar y erradicar esta conducta.

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