Empieza una nueva etapa en la vida de nuestros hijo/as y en la de los padres también, llega el momento de separarse.Posiblemente será la primera vez que el niño no permanezca con su figura de apego principal. La incorporación a la Escuela Infantil supone la entrada a un entorno nuevo donde: personas, espacios y materiales son desconocidos para él. Además, deberá obedecer a adultos que no son sus padres ni su entorno familiar, compartir el espacio con otros niños y respetar nuevas normas. No podemos olvidarnos de que se establecen nuevas rutinas y horarios, sobre todo sueño y comida.
La forma en la que afrontemos el periodo de adaptación de nuestros hijos va a ser fundamental para determinar la actitud de este ante la Escuela Infantil y en las sucesivas etapas educativas.
Transmitirle seguridad, mantener una actitud positiva durante todo el proceso, ser pacientes y comprensivos sin duda serán las claves del éxito de este proceso.
Debemos empezar este proceso de adaptación en el mismo momento que tomamos la decisión de que nuestro hijo empiece la escuela infantil. Desde ahora debemos mostrar SIEMPRE seguridad y confianza respecto a esta decisión. No podemos olvidar que nuestros niños captan todo el lenguaje no verbal muy bien y muy rápido; por ello, la sensación de duda o tristeza puede ser percibida por él y de esta forma aumentar su inseguridad o miedo a la separación. La seguridad, la calma y la ilusión que le transmitamos es la que tendrá él.
Hazlo participe de todo el proceso desde el principio. Cuéntale que va a ir a la escuela, que lo va a pasar bien, aprenderá cosas nuevas, hará nuevos amigos y, además, jugará mucho. Días antes de su primer día, haz con él el recorrido habitual hasta la escuela, visítala con él, habla con su profesora, que el note que es alguien en que puede confiar. Ve con él a comprar su mochila, su babi y el resto de materiales necesarios.
Como hemos comentado antes, es posible que el niño no esté acostumbrado a separarse de su figura de apego. En este caso, sería interesante que esta separación se fuera produciendo de forma gradual en las semanas previas a su primer día. Es importante que durante esta fase de separación el niño se quede con algún familiar o persona con la que se sienta a gusto y con la que tenga confianza. Podemos empezar por ratos cortos hasta llegar a alargarlo una tarde entera, de este modo el desapego no se hará de una forma traumáticallegado el día y se restará ansiedad a un momento que puede ser interpretado por el niño como un “abandono”.
Otro aspecto a tener en cuenta está relacionado con los nuevos horarios, las nuevas rutinas que va a tener en la escuela. Sería de gran ayuda para nuestro hijo/a anticiparnos y empezar con estos horarios nuevos de sueño y comida semanas antes.
Lo comentado anteriormente está referido a todo el proceso de adaptación previo al primer día. Pero llega el gran día, ¡nuestro niño empieza en la escuela!
Hay que dejarlo todo preparado la noche anterior, esa misma mañana no podemos ir con prisas ya que sería un estrés añadido en un día con tantos cambios. Conviene hacerlo todo (levantarse, vestirse, desayunar, el camino hacia la escuela…) con calma.
Para facilitar el momento de desapego y ayudar a que tu niño se aclimate a este nuevo ambiente podemos dejar que se lleve los primeros días un objeto conocido para él, un juguete predilecto. Aunque esto no debe convertirse en una regla de todos los días, solo formará parte en el periodo de inicio.
Intentar acompañarle los primeros días hasta su clase, que nos vea interactuar con su profesora y con sus otros compañeros. Es muy positivo para él ver que la escuela se trata de un sitio “amigo” y que se queda con alguien de confianza.
Llega ahora el momento más difícil para todos, llega la despedida. Es en este momento cuando mas debemos mantener la calma, cuando más seguros y tranquilos nos debemos mostrar y, sobre todo, cuando más alegres e ilusionados. Estas son unas pautas a tener en cuenta:
-Despedirse siempre. Nunca irnos a escondidas ya que podría ser interpretado como un abandono.
-Reforzar la confianza del niño. A veces basta con un abrazo y unas palabras cariñosas sin mostrar ningún atisbo de tristeza o inseguridad.
-No alargar la despedida. No sucumbir a llantos y pataletas.
-Una sola despedida. No volver al rato para comprobar que el niño está bien, podría comprobar la preocupación de sus padres y de esta forma aumentar su nivel de inseguridad. Es normal que llore por lo que no será beneficioso para el quedarse con él hasta que deje de llorar.
-Despedirse siempre con una gran sonrisa y siendo muy positivos respecto a su permanencia en la escuela.
Llegado el momento de la recogida y en las horas posteriores a ésta recomendamos lo siguiente:
-Recíbelo con una gran sonrisa, con mucha alegría y sin mostrar compasión por haberlo dejado en la escuela.
-Hablad con las profesoras para saber cómo evolucionan y que actividades están realizando.
-Dedícale tiempo después de la escuela, juega con él, llévalo al parque o realiza con él las actividades que hace en la escuela para que las vaya familiarizando y se sienta más a gusto con su nuevo entorno.
Lo que se busca en el periodo de adaptación es que el niño se incorpore a las nuevas rutinas, pero hay que ser flexible los primeros días y sobre todo pacientes. Por ello, es positivo para ellos empezar de forma gradual. Llevarlo al principio pocas horas e ir alargando el tiempo progresivamente.
Hay que estar atentos a las diferentes manifestaciones emocionales de nuestro niño en estos días, hay que atenderlas y mostrarles ayuda. No olvidemos que todos necesitamos un tiempo para adaptarnos a las nuevas situaciones.
No nos olvidamos del proceso que pasáis vosotros, los papis. Os recomendamos desahogaros cuando el niño no esté delante, hablad con vuestra pareja, amigos o familiares sobre lo que sentís. También os ayudara compartir con otros padres vuestras experiencias. Y, por supuesto, no dudéis en hacer uso de nuestra agenda en la que podréis seguir el día de vuestros hijos mediantes fotos e informaciones subidas al instante por nuestras profesoras.
En resumen, sed positivos, transmitidles ilusión por esta nueva etapa y mostrar seguridad ante esta decisión que, sin duda, es todo un acierto y está repleta de cosas buenas.
¡BIENVENIDOS A SMILE!
