¡Vacaciones! Y ahora…¿Qué?

Blog Smile - Educación Infantil

Llega el verano, tan deseado por unos y tan temido por otros. Con el verano se pone fin a un curso lleno de buenos momentos, pero también a un tiempo de rutinas muy establecidas que ahora desaparecen para algunos. Llega el momento de aburrirse, de desprenderse de las obligaciones, de tener más tiempo libre, llega el momento de las VACACIONES.

ORIENTACIONES GENERALES:

-Exposición al sol: hay que evitar la exposición del sol de los niños en las horas centrales del día, entre las 12 y las 17 horas, incluyendo la exposición sobre y en el agua, donde la radiación solar puede penetrar hasta 1 m en el agua clara.

Los niños menores de 1 año no deben exponerse directamente al sol.

En verano, la actividad física y el deporte al aire libre no deben cesar, siempre evitando esas horas centrales del día. El agua es un medio ideal para continuar moviéndose en verano.

Ante la sospecha en un niño de golpe de calor o exceso de exposición al sol y siempre que signos o síntomas relacionados con las altas temperaturas se prolonguen más de una hora, acudir al pediatra o al servicio de urgencias médicas.

-Protección de la piel: con cremas y lociones no inferiores a 50SPF. La aplicación debe ser en cantidades generosas, al menos unos 30 minutos de exponer al niño al sol y renovarse cada 2 horas como mínimo y siempre después del baño.

Hay que tener en cuenta que hasta los productos más eficaces contra las radiaciones solares UVB y UVA no pueden garantizar la protección frente a las ultravioletas. La única garantía es evitar la exposición al sol.

El riesgo de quemaduras solares aumenta con la altura (cada 300 m, un 4% más de radiaciones ultravioletas). La protección, por tanto, es igual de importante en la montaña que en la playa.

-Hidratación: no esperar a que el niño, sobre todo los más pequeños, pidan agua, ofrecérsela cada poco tiempo. Evitar las bebidas clientes, gaseosas, con cafeína o azucaradas.

-Alimentación: debe ser más ligera en los meses no estivales, aumentando el consumo de frutas con más cantidad de agua (sandía, por ejemplo), ensaladas, sopas o purés fríos y pescados.

-Extremar la higiene con el lavado de manos para evitar contagios y tener precaución con las comidas fuera de casa.

-Vestir con ropa fresca, de algodón, colores claros y transpirable. La gorra o sombrero son imprescindibles.

-Es recomendable el uso de gafas de sol en los niños, que filtren al menos el 90 % de las radiaciones ultravioletas.

-Picaduras de insectos: existen multitud de productos en el mercado para evitarlas: cremas, pulseras, sprays repelentes o productos naturales, como el aceite de citronela. La ropa clara y los productos de higiene perfumados pueden atraer a los insectos.

Unas breves pautas ante una picadura de insecto, sobre todo los que producen reacciones en la piel más llamativas y “aparatosas”:

No alarmarse e intentar mantener la calma para no asustar al niño y aumentar su incomodidad, picor o dolor.

Utilizar el agua fría para aliviar la zona.

Si se presenta dolor o inflamación, se puede administrar un antinflamatorio local.

Si existe picor importante y difícil de calmar, un antihistamínico oral (evitar en crema para los niños) disminuirá el rascado sobre la zona y con ello el riesgo de provocar pequeñas heridas que puedan llegar a infectarse.

Consultar al pediatra siempre que se sospeche riesgo de reacción alérgica.

-Respetar siempre las zonas de baño permitidas y mantener siempre la vigilancia sobre los niños cuando estén en el agua, aunque sepan nadar y se manejen con facilidad en este medio.

Hay que evitar las zonas donde puedan existir corrientes, no bucear o saltar en aguas turbias y conocer la profundidad y el fondo antes de zambullirse.

En la playa, respetar siempre las señales que marcan las banderas y prestar atención a la posible existencia de medusas. Ante una picadura de las mismas, el agua salada es el mejor limpiador.

-Viajes: si se hacen en coche, asegurar el uso de las sillas apropiadas para la edad y altura del niño. Evitar las comidas pesadas antes de iniciar un viaje largo.

Si se viaja al extranjero, es imprescindible conocer y revisar las vacunas recomendadas según la zona que se visite.

-Aire acondicionado: no es recomendable que la temperatura programada sea inferior a 22 grados, tanto en casa como en el coche, para evitar el cambio brusco de temperatura con el exterior.

-Medicación: conservar todos los medicamentos alejados del sol y del calor.

Antes de administrar un medicamento al niño, comprobar que no aumenta la sensibilidad cutánea a las radiaciones solares ultravioletas, para evitar quemaduras.

Muchas familias temen este momento, ya que el tiempo libre unido al calor genera una falta de concentración generalizada, puede aparecer insomnio por los cambios de horarios o por el mismo calor y todo esto lleva a un estado de irritabilidad que en ocasiones es muy difícil de controlar.

Por otra parte, el aburrimiento por la falta de actividades establecidas es otro factor que irrita. Pues bien, hay que saber que el aburrimiento es altamente necesario y beneficioso para el desarrollo mental, motor y creativo de los/as niño/as. De todas formas, tratándose de niño/as tan pequeños, no está demás que actuemos como facilitadores y anticipemos estos momentos de aburrimiento, ofreciéndole materiales para que puedan explorar y crear. Estos deben despertar su interés, su creatividad, su alegría, curiosidad y motivación por probar cosas nuevas.

¿A QUÉ JUGAMOS EN VERANO?

El verano nos ofrece la posibilidad de jugar y disfrutar de forma más constante de dos cosas que son altamente estimulantes, como son: la arena y el agua.

Por su parte, la arena estimula diferentes áreas del desarrollo del niño. La más destacable es el área de psicomotricidad gruesa. El/la niño/a corre, anda, salta, escaba, carga los cubos de arena, donde utilizan materiales como la pala y el rastrillo, trabajando también la psicomotricidad fina. Estos ejercicios activan su musculatura, la movilidad de sus articulaciones, la destreza óculo-manual, el equilibrio, la estabilidad y control de tronco, la coordinación y la independencia de las extremidades, entre otros ítems fundamentales para el desarrollo psicomotor saludable del niño.

A la vez que juegan y, por lo tanto, casi sin ser conscientes de ello, se van desarrollando y/o afianzando diferentes conceptos, como: causa-efecto de sus acciones, lleno-vacío y el control de los diferentes pesos.

Por otra parte, está trabajando la creatividad y la imaginación mientras desarrolla el juego simbólico construyendo cosas con la arena. (creación de castillos, ciudades, casitas, ríos, piscinas con agua y arena, etc).

No podemos dejar de lado la fuerte estimulación sensitiva que experimenta a través del tacto cuando toca la arena. Nuevas texturas que toca, aprietan, deja caer entre sus manos, en general nuevas sensaciones.

Por último, pero no menos importante, la oportunidad que nos ofrece la arena y el mar de poder jugar al aire libre, de poder interactuar de esta manera con otros/as niños/as estimulando así su sociabilidad, su trabajo en equipo y desarrollando su capacidad comunicativa.

-Juegos:

  1. Motricidad y coordinación
  2. Vocabulario y lenguaje
  3. Sociabilidad e imaginación

-Juegos tradicionales: carreras con vasos de agua, juego con esponjas, cubo, rastrillo, pala, globos de agua, pistola de agua, pompas, colorear con hielo, rayuela, pescar.

El juego permite que aprendan de forma natural y lúdica, estrecha vínculos y desarrollo emocional sano.

-Beneficios generales de los juegos en verano:

Socialización.

Desarrollo sensorial y motriz.

-Cambio de entornos: aumenta su conocimiento e imaginación y, por lo tanto, potencian su creatividad.

Juego libre y al aire libre.

Más tiempo para jugar con ellos.

ORIENTACIONES PARA ESTIMULAR EL LENGUAJE

La etapa en la que se encuentran nuestros peques ahora es un periodo de transición en el dominio del lenguaje. Pasamos de la etapa prelingüística, en la que el nivel comprensivo es mayor que el nivel expresivo, a la etapa lingüística o verbal en la que aumentamos progresivamente el número de palabras, dependiendo este aumento del entorno lingüístico en el que se encuentre el niño.

Hay que tener muy en cuenta que el periodo de adquisición del lenguaje es un proceso evolutivo que sigue su propio ritmo y curso. Estos no son iguales en todos los niños y, por tanto, deberemos respetar el ritmo de cada uno. Aun así, en esta etapa es el momento ideal de prevenir y/o compensar posibles dificultades que pueden incidir en la evolución infantil, ya que el desarrollo global de las capacidades del sujeto depende en buena medida de su propio desarrollo lingüístico y de su capacidad de comunicación.

A continuación, se os explican algunas orientaciones a seguir durante este proceso:

-Háblale despacio y de forma clara

-Háblale correctamente y no imites su forma de hablar. Es decir, no uses un lenguaje infantilizado y evita los diminutivos.

-No le atosigues porque parezca que va lento, cada cual tiene su ritmo de pronunciación.

-Dale tiempo para que responda a tus preguntas.

-Intenta que respete los turnos conversacionales.

-Repítele todas las veces que lo necesite, pero de forma natural.

-Adapta la longitud de tus enunciados a la capacidad del niño.

-No reírse de los errores fonológicos nunca.

-Aprovecha las ocasiones en las que el niño disfruta contigo para hablar con él (durante los juegos, cuentos, mientras dibujáis, etc…).

-Eliminar correcciones del tipo “eso no se dice así”, en su lugar repetiremos la frase o palabra de forma natural.

También os proponemos unos ejercicios que estimulan y ayudan al proceso del desarrollo del lenguaje:

-Ejercicios de estimulación orofacial: hacer morritos, dar besitos, hacer pedorretas, juegos con la lengua…

-Ejercicios para estimular el soplo: hacer pompas, soplar molinillos de viento, matasuegras, pitos, globos, etc…

-Hacer collages con recortes de revistas e inventarse historias o cuentos.

-Presentarle unas fotos o álbum y que él identifique a las personas que ve en ellas. También que cuente lo que ve.

-Al ducharlo nombrar todo lo que utilizamos, champú, gel, esponja, agua, bañera, toalla. Al lavarle el cuerpo nombrar todas sus partes: cabeza, pelo, ojos, nariz, boca, orejas, cuello, brazos, pecho, barriga, culete, piernas, pies, dedos, etc…

-Al vestirlo nombramos la ropa que se pone.

Realizar:

-Onomatopeyas sonidos de distintos objetos:

-tren: chucu – chucu –chu

-campana: dolón, dolón, tolón,tolón.

-Teléfono: ring …. ring…

-Sonidos del cuerpo: silbidos, palmadas, pedorretas, estornudos, tos, chasquidos.

-Audiciones de música y bailar libremente.

-Realizar dramatizaciones – expresión corporal de cuentos.

-Trabajo con muñecos, marionetas, etc…

-Juego del veo – veo: ¿Qué ves?Jugar a adivinar objetos nombrando solo algunas características.

-Hacerlos partícipes en las tareas cotidianas como: poner la mesa, hacer la comida, ir a la compra, ayudar a papá y mamá en sus labores.

-Mirar con él cuentos y revistas, que diga los nombres de los objetos que aparecen en las imágenes.

-Contarle cuentos haciéndole partícipe, pidiéndole ayuda en algún momento y haciéndole preguntas.

-Enseñarles canciones, adivinanzas, refranes, trabalenguas, etc…

-Participa en los juegos que realiza, creando situaciones agradables de juego (suelo) con animales, coches, muñecos, moviendo los juguetes y narrando lo que esté pasando.

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